Cuando recibí la noticia del cáncer de mama reaccioné de forma rápida, me sometí a una cirugía que creí iba a solucionar el problema, no fue así y me sentía enojada con mi doctor, con la enfermedad y con la vida; entonces me enfoqué en manejar mis emociones y usarlas a mi favor para vencer el cáncer de mama.
Una de las emociones más difíciles de controlar es el enojo. Mucha gente dice que el tiempo es el mejor aliado para dejarlo ir pero hacer consciencia de esta emoción, trabajarla y controlarla será de gran ayuda durante tu proceso.
Puede que como yo, te sientas enojada con la vida, con la situación, hasta contigo misma, pero ¿a dónde te lleva ese sentimiento? ¿cómo puedes superarlo? Durante mi proceso me acerque a una especialista que me ayudó a entender lo que estaba viviendo y controlar mis emociones. Quiero compartirte algunos consejos que ella me dio y que pueden serte muy útiles al momento de manejar tus emociones, en especial el enojo:
1. Piensa antes de hablar
Parece sencillo pero es una realidad que debemos parar por un momento, pensar lo que vamos a decir y después decirlo.
El enojo nos hace reaccionar sin pensar y lo menos que queremos en este momento es arrepentirnos de lo que decimos. No debemos sumar más a la carga de energía complicada que tenemos encima.
Tómate unos segundos de más para pensar, para respirar y para actuar.
2. Expresa tu enojo cuando estés ya calmada
Se trata de que compartas lo que te frustra de una manera asertiva y sin confrontación. Reconoce lo que te está causando ese enojo de manera clara y directa pero siempre sin agredir. Así, la gente a tu alrededor identificará que es eso que te molesta y tratará de ayudarte a resolverlo.
Justo hace unos días, platicaba con mi esposo de este tema y me decía que a veces no entendía lo que me molestaba porque cambiaba de opinión muy seguido y lo que parecía funcionar un día el otro no funcionaba. Era sólo cuestión de hablarlo más.
3. Haz ejercicio
La actividad física reduce el estrés y el enojo. Sirve salir a caminar, bailar, hacer yoga o cualquier ejercicio que te guste. Date la oportunidad de intentarlo aunque no creas que funcione, puedes terminar con una agradable sorpresa.
4. Un merecido descanso
Rompe con la rutina de lo que estés haciendo. Regálate unos minutos para hacer lo que te gusta. Leer, cocinar, ver la tele, simplemente descansar en tu sillón favorito… A veces sólo necesitamos un rato para nosotros para relajarnos y calmar el enojo.
5. Identifica las posibles soluciones
En lugar de enfocarte en lo que te causó molestia y enojo, busca la manera de solucionarlo y adáptate. Si necesitas ajustar algo para que te moleste menos, ¡hazlo!
Estar enojada no ayuda en nada y lo que necesitas en este momento es paciencia y tolerancia con los demás, pero sobre todo contigo.
6. Usa el “yo” en tus explicaciones
Cuando construyes una frase empezando por el “yo”, describes cómo te sientes en vez de echar culpa a todo lo demás.
“Yo me siento muy incómoda de no saber cuándo me voy a sentir mejor”… ”Yo estoy preocupada de no saber cuándo me voy a curar”… ”Yo estoy intolerante y ansiosa porque me siento mal y me veo mal”, hablar es la solución, no quieras que te lean la mente, libérate y coméntalo con quien necesites hacerlo.
7. Perdona, no guardes resentimientos
Perdonar es muy poderoso. Ayuda a eliminar los sentimientos más negativos y tristes. En este momento de la vida deberás primero perdonarte a ti y luego a los demás. Perdónate por todo lo que te estás castigando, por regañarte, por juzgarte, por sentirte culpable de la enfermedad, por todo lo que crees que no has hecho o dejaste de hacer.
Y luego aprende a perdonar a todos. Lo que estás viviendo está causando un impacto muy grande en tu vida y todos lo que te rodean. Las reacciones de todos pueden ser impredecibles. Perdona a todos todo el tiempo y libérate.
8. Usa el humor
Esto es sencillo, ríete de ti y de todo, y si no eres de esas mujeres que tiene la capacidad de reírse de sí misma, recurre a una película o una serie.
Que sea una comedia en donde rías sin parar, recuerda momentos felices y graciosos, permítete sentir la felicidad, esta nunca te fue prohibida.
9. Practica ejercicios de relajación
Desde respiraciones profundas hasta meditaciones sencillas. Haz visualizaciones con los ojos cerrados de donde te gustaría estar y sintiendo qué.
Escucha música relajante o escribe lo que sea que tengas en la cabeza. Eso también funciona muy bien. Si no sabes ni por dónde empezar, escoge una meditación guiada en YouTube, hay algunas muy buenas.
10. Busca ayuda
Aprender a manejar el enojo es un reto para todas y es mucho mayor en este momento. Si crees que estás fuera de control por completo, y lo único que quieres es gritar con todas tus fuerzas, recurre a una terapia para manejarlo, se vale y puede llegar a ser necesario.
Recuerda que las ganas de sentirte mejor ya las tienes así que debes trabajar todos los días poco a poquito en aprender a controlar el torbellino de emociones que el cáncer de mama provocan en ti.
Créeme, yo sé que no es fácil y puede que leer estos consejos y tratar de seguirlos parece un gran reto, pero la mejor manera de lograr algo es dando el primer paso. Per confía en ti, confía en que podrás lograrlo.
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