Son muchas las razones por las que podemos sentir ansiedad y miedo. Ni hablar de los últimos acontecimientos en nuestro país. Y desde luego, ni pensar en lo que recibir al diagnóstico de cáncer significa.
El secreto además de controlarlo y aprender a manejar todos los sentimientos negativos está en calmar la intensidad de la emoción lo antes posible. Pero, ¿cómo darte cuenta de que verdaderamente estás fuera de control? ¿cómo identificar que realmente necesitas enfocarte en mejorar?
El cáncer para mí fue un proceso de introspección permanente, a través de la enfermedad, logré conocerme mejor; mis mayores miedos y preocupaciones tenían una razón de ser y entenderlo de esa manera me ayudó a liberarme, es por eso que quiero compartirte algunos consejos que me sirvieron mucho a nivel emocional y espero que te sirvan a ti de todo corazón.
Hoy te comparto las 9 cosas que a mí me funcionaron para regresar a la calma en momentos de crisis:
1. Háblalo
Quedarte callada es el peor error al tener ansiedad, piénsalo, todas esas emociones negativas están guardándose sólo en ti.
El dolor emocional es como una dolencia física, es como tener una pierna lastimada y tener que participar en una caminata sin poder decírselo a nadie, es por eso que hablar siempre será la mejor cura.
Hablar de lo que desencadena tu ansiedad con un amigo o compañero, alguien que te conozca bien y en quien puedas confiar puede ayudar muchísimo. Incluso mantener una conversación con una enfermera, o algún paciente que haya pasado por lo mismo que tú puede hacer la diferencia.
2. Respira
Los principios de la meditación involucran la respiración, y no es de sorprender que respirar puede devolvernos la calma, por lo cual te invito a que lo hagas conscientemente SIEMPRE. En esos momentos de estrés y presión, una respiración profunda puede hacerte sentir calmada.
Tómate 3 minutos, cierra los ojos y respira pensando en como entra y sale el aire de tu cuerpo. Lo puedes hacer en cualquier lugar, el coche, el metro, el baño, etc. El efecto es inmediato.
3. Escribe
¿Quién no recuerda haber tenido un diario en su infancia? Sí, ese registro de nuestros días cuando éramos más pequeñas, y seguro te preguntarás ¿Para qué un diario? Pues bien, un diario te puede ayudar a identificar qué es lo que te está provocando estrés, o qué es lo que te ayuda a calmarte, lleva un registro de cómo te sientes, ¡te ayudará mucho! No lo pienses en el registro de tus actividades sino en escribir lo que sientes, lo que te agobia y al escribirlo de manera inmediata verás que baja la intensidad.
Esto sucede porque te conectas con la parte racional de tu cerebro al escribir y de manera casi mágica baja el nivel de la intensidad de la emoción.
4. Muévete
Todos sabemos los beneficios de tener una vida activa y cómo esta te ayuda a manejar los niveles de estrés, ansiedad, y ataques de pánico, aquí entre nos, te confieso que yo sólo aguantaba hacer yoga, pero me sirvió mucho estar moviendo mi cuerpo.
Además, la meditación y caminar en el parque o al aire libre fue maravilloso para mi cuerpo.
El ejercicio es una forma saludable de distraer pensamientos que no te aportan nada positivo, recuerda que debes de consultar a tu médico antes, no te exijas más de lo que puedes dar, no te estoy diciendo que hagas un maratón de 10 kilómetros, sólo que te muevas y hagas lo que tu cuerpo necesite.
5. Acepta
Recuérdate cada día que los síntomas pasarán, que la ansiedad pasará y que al final estarás tú, mucho más fuerte que al comienzo y con más aprendizajes al respecto. Sé que esto suena inútil, cuando tienes cáncer quieres la receta perfecta para el resultado esperando, pero te confieso; esto sí sirve, recordarte tus metas y tus planes a futuro te llenarán de fuerza.
6. Terapia
Ir a terapia no es una medida extrema, muchas veces necesitas a algún experto con el cual hablar que te pueda orientar en el momento. Con la terapia podrás afrontar diversos problemas, y entenderás cuál es la raíz de tu estrés y ansiedad.
¿Cómo saber si es momento de ir con un profesional?
Las constantes taquicardias, el aturdimiento, los dolores de cabeza, la agitación y esa terrible sensación de un hoyo en el estómago pueden ser señales graves cuando no puedes continuar con tu vida diaria.
Los signos psicológicos de la ansiedad pueden ser más difíciles de identificar. Experimentando una sensación de temor.
Reconocer cuando uno de estos síntomas que parecen hasta cierto punto normales de una situación que necesita atención médica es difícil pero no es imposible, es por ello que te aconsejo que te observes a ti misma y las maneras en cómo lidias con estos problemas.
Date cuenta cuando sentir ansiedad, estrés o presión se convierte en un problema que te impide seguir con tus tareas diarias, la búsqueda de ayuda y apoyo es a menudo lo más difícil, pero tomar este primer paso puede ser la clave para romper el ciclo de sentirte temerosa e insegura.
Recuerda, no estás sola, ni lo estarás nunca, es momento de darlo todo para salir victoriosa y renovada.
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